Marcapasos o dispositivos electrónicos implantados: Las personas que tienen marcapasos u otros dispositivos electrónicos implantados no deben someterse a tratamientos de corrientes rusas, ya que las corrientes eléctricas pueden interferir con el funcionamiento de estos dispositivos.

Embarazo: No se recomienda el uso de corrientes rusas durante el embarazo, ya que no hay suficiente evidencia sobre la seguridad de esta terapia durante el embarazo.

Epilepsia o convulsiones: Las personas que tienen antecedentes de epilepsia o que son propensas a convulsiones pueden ser más susceptibles a los efectos de las corrientes eléctricas y deben evitar este tipo de terapia.

Trastornos de la piel: Las personas que tienen trastornos de la piel activos, como dermatitis, eczema o psoriasis, pueden experimentar irritación o empeoramiento de su condición con la aplicación de corrientes eléctricas. En estos casos, es mejor evitar la electroestimulación muscular o consultar con un médico antes de proceder.

Lesiones musculoesqueléticas agudas: Las personas que tienen lesiones musculoesqueléticas agudas, como esguinces, distensiones o fracturas, deben evitar la estimulación eléctrica hasta que la lesión haya sanado por completo para evitar el riesgo de empeorar la lesión.

Cáncer: Las personas que tienen cáncer o que están en tratamiento para el cáncer deben evitar la electroestimulación muscular sin consultar primero con su oncólogo, ya que puede haber riesgos adicionales asociados con este tipo de terapia en personas con cáncer.